LAS CLASES DE 5 AÑOS NOS HEMOS IDO A LA GRANJA

Los chicos y chicas de 5 años nos hemos ido a pasar dos días al Centro de Educación Ambiental "Granja Escuela Infantil", en Ciudad Escolar. Nos lo hemos pasado muy bien y queremos compartir con toda la comunidad educativa nuestra experiencia.

Hemos estado muy a gusto y todo ha ido sobre ruedas y según lo planificado, y os vamos a contar algunas cosas de las que hemos hecho y a poneros algunas fotos. A los de 5 años no nos gusta que nuestras caras se vean en este blog y nos tenéis que respetar.

La aventura comenzó con la pequeña decepción del tiempo, ya que el jueves amenazaba lluvia y nada más llegar a la granja comenzó a llover con fuerza.

Los granjeros ya nos estaban esperando. Pepe, Cecilia y Ana fueron nuestros granjeros por la mañana. Nos hicieron una bienvenida en la ludoteca, donde pudimos jugar y revolver cuanto quisimos. Luego Pepe nos retó a recoger todo en 10 minutos, y ganamos la apuesta, a pesar de la cantidad enorme de juguetes y de que no conocíamos muy bien el espacio aun.

Después nos fuimos al corro, cantamos un poco, y nos agrupamos en tres equipos: ARDILLAS, BUHOS y TOPOS.  Los que pretendíamos ir al huerto nos tuvimos que conformar con trabajar una sesión en torno al cereal, e hicimos pan de molde para el desayuno del viernes.

 La sesión sobre aromáticas la hicimos sin poder ir al huerto, pero pudimos hacer nuestros jabones medicinales a base de limón y caléndula, muy buenos para la piel.

 El tercer grupo dedicó la mañana a hacer papel reciclado, pero sin ir al bosque. Nadie quería mojarse!

Después del trabajo, nos fuimos a comer. Era un poco difícil sacarnos del baño, porque son muy bonitos y todo nos llamaba la atención. Los granjeros nombraron unas patrullas de vigilantes del agua y la luz, para que nadie se olvidara de cerrar los grifos y apagar los interruptores.

Después de comer, llegaron las granjeras de la tarde, Paloma, Piccola y Noemí. Nos instalamos en las habitaciones, que ya teníamos ganas de saber dónde ibamos a dormir. La clase de Mary se instaló en el pasillo azul y la de Montse en el pasillo Rojo. Dejamos todo preparado antes de irnos de nuevo a trabajar, después de merendar.

Antes de trabajar, siempre hacíamos un corro para divertirnos un rato juntos. En el de la tarde del jueves, Piccola nos hizo una pequeña actuación de percusión, porque quería nuestro consejo sobre los sonidos. Los instrumentos eran cajones y tablones viejos. En la granja había muchos juguetes hechos con cosas viejas, y eran muy divertidos.

La sesión de trabajo de la tarde fue más o menos como la de la mañana, pero rotando los grupos. El grupo que tenía que ir al huerto tampoco salió, porque había charcos y barro, pero hizo "bollos preñaos". 

Ya no llovía por la tarde, de modo que las profes y granjeras decidieron que sí que podíamos hacer la salida al bosque con las linternas.

Eso fue después de cenar, porque necesitábamos que se hiciera un poco de noche! Por el camino fuimos descubriendo unas pistas con unos objetos que resultaron ser para hacer magia, y hasta un conjuro. "Y Luna del cielo, aparta de mi este miedo". A ratos teníamos miedo y a ratos no, a ratos nos agarrabamos a un mayor, y a ratos saliamos corriendo en bsca de una nueva pista. Se nos hizo algunas veces difícil, y es que, como decía Sandra, "es que yo nunca he estado en un sitio así". Nos mojamos un poco los pies, pero al llegar de vuelta a la granja nos duchamos con agua calentita y a la cama con un vasito de leche.

Estábamos tan cansados que no nos dió tiempo a echar de menos a nuestros padres, la verdad. Además, algunos habíamos pegado las camas a las de los amigos y nos acostamos todos bastante juntitos. La mayoría, ni nos destapamos en toda la noche. En la oscuridad hubo alguna carrerita al baño, pero la noche fue muy tranquila. Chema se quedó despierto y se fue paseando por todos los pasillos, que son bien largos.

Madrugamos menos que el gallo, pero más que los granjeros, que llegaron a las 8 y media. Dejamos las habitaciones recogidas, para lo que nos ayudamos unos a otros. Nos aseamos y bajamos a desayunar, y el pan de molde hecho el día antes estaba muy rico.

Después, de nuevo juegos en la ludoteca, corro y el último taller. Como ya no llovía, uno de los grupos pudo hacer huerto con Pepe. Sembramos patatas, regamos, y luego nos fuimos a ver a los conejos y gallinas y llevarles algo de comida del huerto: zanahorias y habas. Bueno, les dimos las vainas, porque las habitas nos las comimos nosotros. 

Muy cansaditos nos fuimos a comer las lentejas con el bollo preñao. Qué rico! Y ya sólo nos dio tiempo a jugar un rato, despedirnos de los granjeros con unas canciones y subirnos al autobús de vuelta al cole y con nuestros papis, que estaban como locos por vernos de nuevo. 

La semana que viene queremos hacer varias actividades en clase con las cosas que nos hemos traído, para enseñárselas a los compañeros que no han podido venir, a los que hemos echado muchísimo de menos.